Introducción

El Valle del Mezquital se considera parte del altiplano central mexicano y como una prolongación de la cuenca de México a 156 Km. del Distrito Federal. Se encuentra en su mayor parte ubicado en el occidente del estado de Hidalgo.
El origen del nombre de dicho valle proviene del mezquite, planta leguminosa cuyas semillas sirven como alimento para el hombre y para el ganado, goma para pegar, material constructivo  y  material combustible.
Se trata de un entorno compuesto de llanuras áridas con tierras muy erosionadas y con escasas lluvias.

Entre su flora se aprecian mezquites, “pirules” y algunas matas de huizache. Hay sitios donde abunda la maleza y las hierbas comestibles, y otros donde el paisaje es dominado por cactáceas: cardones, garambullos, nopales de tuna, biznagas y magueyes.

Las ciudades importantes de la región son Tula, Actopan  e Ixmiquilpan.
Por lo que al ámbito económico se refiere, nos ubicamos en una zona poco industrializada y con una elevada práctica de la economía de subsistencia.

Historia

Desde el periodo Ticoman hay presencia prehispánica en el Valle del Mezquital. Han pasado por este territorio los Coyotlatelco, los Toltecas y más adelante los Hñähñü (u Otomíes).

Los Hñähñü se integran a una sociedad de alto dominio económico y social. En el período posclásico tardío los mexicas les aplican una alta carga tributaria que les lleva a desarrollar un sistema de vida que les permite cumplir con esa exigencia económica en un medio semidesértico, como es la región del Valle del Mezquital. Como resultado nos encontramos una sociedad que establece dinámicas de aprovechamiento óptimo de los recursos disponibles que les permite subsistir como grupo.

Lengua

Junto con los pames, mazahuas, matlatzincas y los chichimecas-jonaz, integran la familia lingüística otomiana que a su vez forma parte del mencionado tronco otomangue.
La palabra hñahñu se forma de ñä que significa hablar y de hñü que viene de xiñu que quiere decir nariz, entonces hñähñü puede entenderse como los que hablan utilizando más palabras con sonidos que se emiten con la nariz, es decir, una lengua nasalizada. El contacto con otras lenguas como el náhuatl o el español ha provocado su diversificación. Hay documentación de la época de la colonia que indica que existía poesía en esta lengua y mucha tradición musical.

A los hñähñüs se les conoce también como otomíes, término que proviene del náhuatl (otomiti y otomite) que en español significa muy valiente, muy bravo, salvaje. Aunque en el s. XVI se convirtió en signo de desprecio y sinónimo de tonto, torpe y peleonero.

Aspectos actuales

En la actualidad el Valle del Mezquital es una de las regiones más pobres del país, con falta de recursos como el agua, lo que provoca que los cultivos sean irrigados con aguas de desecho provenientes del Valle de México.

Los Hñähñü viven principalmente de la agricultura, el comercio y la artesanía, aunque una de las fuentes más importantes de ingreso económico son las remesas  enviadas por los emigrantes de Estados Unidos.

Las actividades productivas son: ganadería, cacería, pesca, artesanía, alfarería, metalistería, textilería y otras labores pequeñas como jarcería y cordelería. Por lo que a la agricultura se refiere, los productos que cosechan son maíz, fríjol  y legumbres, aunque su producción es muy pobre debido a las características de la tierra. Sus transacciones económicas generalmente se hacen con dinero en efectivo, aunque muchas personas también efectúan el trueque de objetos, como cambiando leña, cal, xithe, pencas de lechuguilla empleadas como escobetillas, hierbas medicinales o semillas entre otros.

En algunos pueblos abundan las artesanías, que han producido por generaciones, principalmente tejidos de fibras duras como el ixtle y el xithe del maguey y la lechuguilla con las que hacen ayates. Con la palma hacen petates, sombreros, juguetes. Con la lana elaboran cobijas, rebozos, bolsas y tapetes. Sin embargo entre los productores y el comprador hay intermediarios, llamados coyotes, que compran los productos a bajo coste y los revenden luego al mercado, provocando así que los artesanos apenas saquen un beneficio económico suficiente.

Aun se usan mucho los vestidos tradicionales por su funcionalidad y como marca de identidad. Los hombres usan sombrero de palma, pantalón de manta atado con cinta bordada, camisa de manta y huarache de llanta. Y
las mujeres faldas bordadas, blusa de manta bordada, queztquémel bordado a mano o en telar, una cinta bordada ceñida a la cintura y huarache de llanta.

La educación que se imparte actualmente en las comunidades Hñähñü es de origen no indígena y general para toda la República. Es un plan de estudios oficial que se enseña en lengua española y su contenido son conocimientos culturales de occidente, aunque existen  programas y escuelas de educación bilingüe en la región, en los cuales se contempla la enseñanza de la lengua materna, es verdad que los contenidos continúan proviniendo de occidente. Este hecho acelera y alimenta el olvido de la lengua y la cultura Hñähñü. Como resultado se pierde el interés por conocer la cosmovisión, el universo y los valores indígenas. Así, miembros de las comunidades Hñähñü han decidido desprenderse de su identidad y de su lengua para asimilar la cultura ajena.

La pobreza económica en que se encuentra la zona provoca la migración, ya sea al Distrito Federal o a EUA. Pero la situación que la mayoría acaba viviendo es la de las desigualdades políticas, sociales, culturales y lingüísticas, la falta de trabajo y dinero, y el tener que vivir temporalmente en completa marginación en el seno de una sociedad compleja que los infravalora y no los acoge. El fenómeno de la emigración es uno de los más importantes en la región del Valle del Mezquital, donde se pueden encontrar comunidades y pueblos con una presencia muy baja de hombres y el abandono de muchas tareas típicas o necesarias de la región. Estos movimientos migratorios conllevan otro cambio en la estructura y ensamblaje de los mecanismos sociales.

En conclusión, podemos extraer que nos hallamos frente a una región que vive inmersa en un ahogamiento tanto económico como cultural. Su identidad se encuentra en situación de riesgo de pérdida, lo cual sería de gran trascendencia, porque se sabe que es la cultura más antigua del Valle de México, por lo que se perdería también, una parte de la identidad de México y de su origen.